Culturas, La Voz de Avilés

El suplemento semanal en forma de revista que cada Sábado encontramos en el interior de ‘El Comercio’, dedica periódicamente sus páginas a diferentes ámbitos dentro de la cultura española: libros, arte, exposiciones… y una sección especialmente dedicada a Asturias. En un espacio limitado, los autores de estas ediciones consiguen coagular toda la información relevante del país, aumentándola incluso para los mas curiosos en la versión digital: http://www.elcomercio.es/culturas/ . Tomo para comentar el artículo de portada, publicado el 4 de Febrero, “Chema Madoz o la Asturias que viaja sin moverse de la mente”, por Marifé Antuña.

Artículo dedicado única y exclusivamente a Chema Madoz (1958), por su obra ‘El Viajero Inmóvil’. Madoz, fotógrafo español ganador en el año 2000 del Premio Nacional de Fotografía, inauguraba entonces su particular mirada de Asturias para la fundación Masaveu en Madrid.

Según afirma Antuña, el trabajo del fotógrafo es realmente algo digno de ver, representando desde todos los puntos de vista posibles, desde la imaginación hasta el realismo, una Asturias que no volverá a verse como hasta ahora después de la creación de esta obra. La periodista hace incapie en la singular forma que tiene Madoz de representar la tierra asturiana, siempre desde el simbolismo y la idea que el mismo tiene de ella y no como otros tantos tomando simplemente un retrato fotográfico de lo que todos somos ya capaces de ver. Subraya además la novedad que supone hacer el camino inverso, según narra en su artículo, “en vez de encontrar, busca”.

La exposición consta de 34 fotografías, muchas de ellas copias únicas, mediante las cuales, acompañadas de imaginación, el fotógrafo emprende un viaje hacia lo desconocido. Se trata de lo simbólico, de imágenes y objetos acercándonos a la idea que el artista tiene de tradición, población y naturaleza asturianas. Es una obra considerada “única”, y definida con las amables palabras de la periodista “naturalidad, elegancia y precisión”.

No cabe duda de que tanto el autor de la obra como los críticos que la rondan, están bien satisfechos con el trabajo. Y es lo importante en una obra artística el deleite y la sorpresa de quienes la contemplan, por eso Madoz ha sido galardonado tan repetidas veces durante su carrera profesional y llega ahora a la cumbre con este último trabajo.